6 nov 2010

La esperanza de vida se puede predecir en un apretón de manos

¿Aprietas con fuerza las manos al saludar, eres capaz de levantarte rápido de la silla y te mantienes en equilibrio con una sola pierna? Si tu respuesta es afirmativa vivirás más tiempo, según revela un estudio publicado por la revista British Medical Journal.Para llegar a esta conclusión, los investigadores de la Unidad para la Salud Longeva y el Envejecimiento del Consejo de Investigación Médica del Reino Unido, combinaron los resultados de 33 proyectos de investigación llevados a cabo en el pasado, en los que participaron más de 50.000 personas y que relacionaban la fortaleza física y la mortalidad.

Los científicos encontraron que las tasas de mortalidad eran un 67% más elevadas entre las personas con los apretones de mano más débiles que entre los que mostraban más fuerza. Además, la mortalidad entre las personas que tardaban más en levantarse de la silla resultó ser el doble de la de quienes lo hacían a más velocidad. La velocidad al caminar y la capacidad de mantenerse en equilibrio sobre una sola pierna también mostraron ser buenos indicadores para la esperanza de vida. “Estas medidas pueden convertirse en herramientas útiles para identificar a los ancianos con más riesgo de fallecer en una comunidad”, concluyen los autores.
Antibióticos en tus lágrimas

Científicos estadounidenses han desarrollado una técnica para identificar enzimas líticas en las lágrimas y en la saliva que podrían ser utilizadas como antibióticos para eliminar bacterias resistentes.Las enzimas líticas son proteínas que se encuentran de modo natural en ciertos virus, en las lágrimas y en fluidos corporales como las mucosidades y la saliva. Alexander Fleming, en 1923, ya se dio cuenta de su potencial a la hora de matar bacterias. “La actividad antibiótica de las enzimas líticas se conoce desde hace décadas, pero el estudio de su uso terapéutico es reciente”, explica Joshua Weitz, coautor del estudio, en la revista Physical Biology.

El reto al que se han enfrentado Weitz y sus colegas ha sido identificar las enzimas que resultan mejores “asesinas de patógenos”. Para lograrlo han creado un nuevo método que caracteriza y cuantifica exactamente cómo estas enzimas matan bacterias a un nivel microscópico.En concreto, las enzimas que pueden actuar como antibióticos atacan a un tipo de bacterias muy específicas, como Staphylococcus aureus, agujereando las paredes de sus células, lo que resulta fatal para los microbios debido a la alta presión interna que genera. De este modo las bacterias explotan y mueren. Y todo sin alterar a las “buenas bacterias” con las que convivimos
Nace un bebé de un embrión congelado durante 20 años

En Estados Unidos ha nacido un bebé sano a partir de un embrión congelado durante cerca de 20 años. Su madre, de 42 años de edad, había sido sometida a tratamientos de fertilidad sin éxito durante la última década. El año pasado sus médicos le plantearon una última opción: implantarle dos embriones que habían permanecido congelados 19 años y 7 meses, donados por una pareja anónima en 1990.
Uno de ellos se implantó con un éxito y se ha convertido en un varón sano que nació con 3 kilogramos de peso el pasado mes de mayo en el Instituto de Medicina Reproductiva de la Eastern Virginia Medical School en Norfolk (EE UU). Se trata de la primera vez que un embrión es implantado exitosamente tras permanecer congelado tanto tiempo, según publica la revista científica Fertility and Sterility. El doctor Sergio Oehninger, ginecólogo de la madre, asegura que mantener los embriones congelados en nitrógeno líquido no afecta a su viabilidad, incluso si se conservan durante 40 años.

5 nov 2010

Vivir en zonas de tráfico aéreo o cerca de una autopista aumenta el riesgo de infarto

Un estudio realizado por la Universidad de Berna (Suiza) y basado en datos epidemiológicos de más de 4,6 millones de adultos suizos ha revelado que las personas que viven en áreas residenciales sobre las que pasan rutas aéreas comerciales tienen un mayor riesgo de sufrir un ataque al corazón que el resto de la población.La investigación, publicada en el último número de la revista Epidemiology, sugiere que la exposición diaria a niveles de ruido por encima de los 60 decibelios (equivalente al generado por una aglomeración de gente) eleva un 30 por ciento el riesgo de morir por un infarto, en comparación con las personas que están expuestas a niveles por debajo de los 45 decibelios (similar a los niveles generados por una conversación).Además, los científicos suizos han registrado que, tras 15 años de exposición a niveles superiores a los 60 decibelios, el riesgo aumenta hasta el 50 por ciento, en comparación con la población general.
Medir la exposición de las personas que vivían en zonas con tráfico aéreo ha sido complicado, según los autores, “ya que el ruido de los aviones es intermitente y puede superar los 100 decibelios durante el despegue o el aterrizaje”. Sin embargo, según el autor del estudio, Matthias Egger, "60 decibelios es una media que se aproxima al ruido al que se exponen estas personas, algo así como vivir en un bar atestado de gente". En esta misma línea, el equipo de Egger también detectó que vivir a menos de 100 metros de una autopista también incrementaba el riesgo de ataque al corazón, aunque no se encontraron problemas cardiacos significativos asociados a la polución. Aunque el tráfico rodado y el aéreo producen diferentes niveles de ruido (el rodado es más constante), y no es fácil establecer comparaciones, Egger asegura que “ha quedado claro que el ruido afecta de forma negativa a la salud de las personas”.
Hallan un método para borrar malos recuerdos

Quién dice que los recuerdos de experiencias desagradables permanecen en el cerebro durante toda la vida? Científicos de la Escuela de Medicina de la Universidad Johns Hopkins (EE UU) han descubierto que eliminando proteínas de cierta zona del cerebro desaparecen los recuerdos negativos. "Nuestro estudio describe los mecanismos moleculares involucrados en la memoria de miedo y la posibilidad de manipular esos mecanismos con fármacos para tratar problemas como el trastorno por estrés post-traumático", explica el neurocientífico Richard L. Huganir, coautor del trabajo.

En sus experimentos, Huganir y sus colegas produjeron un trauma en ratones aplicándoles una descarga eléctrica a la vez que hacían sonar un ruido específico. Tras la experiencia, los ratones reaccionaban quedando inmóviles con sólo escuchar el tono. En los circuitos nerviosos de la amígdala -la parte del cerebro relacionada con el miedo-, los científicos detectaron que se había producido un aumento en la actividad de ciertas células nerviosas. Y examinando las proteínas antes y después de la exposición al sonido en la zona, identificaron que ciertas proteínas llamadas AMPARs estaban relacionadas con el recuerdo que causaba miedo a los roedores. Al eliminarlas, se borraba también el recuerdo asociado al trauma.

“La posibilidad de borrar recuerdos puede sonar a ciencia ficción”, admite Huganir, que sin embargo está convencido de que dentro de poco se podrán utilizar sus hallazgos para ayudar a soldados que han vuelto de la guerra, a personas han sido víctimas de un rapto o a individuos que han sufrido alguna experiencia traumática.
Quo Drink, la bebida contra la resaca


Se acerca la época navideña y con ella empiezan los excesos con el alcohol. Para evitar que nos pueda jugar una mala pasada en un momento dado han creado Quo Drink, una bebida que consigue reducir entre un 50 y un 80 por ciento la tasa de alcohol en sangre y por tanto los efectos negativos del mismo. Y todo gracias únicamente al extracto purificado de cereales.

El alcohol sólo tarda siete minutos en llegar al cerebro y empezar a afectarnos. Por esta razón, la
nueva bebida sabor lima limón, sin azúcar ni gluten debe ingerirse entre cinco y diez minutos antes de la primera consumición. Eso sí, una vez ingerida ayuda a reducir entre un 50 y un 80 por ciento (en función de la constitución y el metabolismo de las personas) la tasa de alcohol en sangre y, por tanto, sus efectos adversos.
Como nos explica su creador, el doctor Santiago Vidal, la bebida actúa de dos maneras: por un lado retrasando el paso del alcohol del estómago al duodeno por un cambio de PH y por otra parte a nivel enzimático, en el
hígado, cuando el alcohol ya ha pasado al torrente sanguíneo.

Asimilación del alcohol

Cuando ingerimos alcohol, tras su paso por el esófago, llega al estómago. Esta sustancia, al ser sumamente volátil (de hecho es el único alimento que no necesita digestión), en el
estómago sólo se absorbe un tres por ciento. Una vez pasa al torrente sanguíneo (los vasos incorporan el etanol sin digerir) pasa al hígado para ser metabolizado como el resto de alimentos. Allí, la enzima "alcohol" actúa sobre el gas, lo deshidrogena y se forma una sustancia llamada acetil aldehido. Este compuesto sigue siendo tóxico y el organismo sigue teniendo que eliminarlo. Aquí entra en juego una nueva enzima, la acetil aldehido genasa que produce acetato (que se aprovecha energéticamente) y agua (que se expulsa a través de la orina).
Como explica Vidal, el producto, sin añadidos químicos ni estimulantes "actúa sobre el mismo proceso natural que utiliza el organismo para eliminar el alcohol, incrementándolo". Básicamente con
Quo Drink esta eliminación de los productos nocivos aumenta entre un 50 y un 80 por ciento, actuando durante las cinco horas después a la ingesta de la bebida. Como puntualiza el propio doctor Vidal, "a los 30 minutos de la ingesta se ha eliminado casi todo el alcohol y a las 4 hora ya no queda nada".
Esto implica también la eliminación de la típica
resaca del día siguiente, pues mientras dormimos el alcohol sigue haciendo estragos en el cuerpo humano. "Gracias a a la efectividad del producto, mientras duermes no deja de trabajar y así, al despertar, el alcohol está fuera del cuerpo y no tienes dolor de cabeza", apunta Vidal.
Según afirman desde la marca, "su eficacia ha sido contrastada por los departamentos farmacológicos de la
Universidad Complutense de Madrid y la Universidad de Alcalá de Henares. Además, se ha realizado un test con más de 20.000 personas obteniendo un 100 % de efectividad".