
Sus creadores han construido el vehículo experimental para comprobar la viabilidad de la tecnología wireless en el transporte. E-Quickie está impulsado por rodamientos eléctricos que obtienen la energía mediante inducción eléctrica de unas vías colocadas en el suelo por el que circula. Los receptores de esta energía están adosados a la parte baja del coche. Además, el vehículo cuenta con pequeñas baterías a bordo que puede utilizar si necesita salirse en algún momento del camino de las vías eléctricas.El diseño de E-Quickie, que tiene el aspecto de una bicicleta reclinable con una cápsula en la que viaja el conductor, está construido con fibra de carbono y materiales de alta tecnología, y fue testado y optimizado por ordenador en un túnel de viento virtual antes de su fabricación. Es aerodinámico, pesa sólo 60 kilos, y puede alcanzar 50 km/hora con un motor de 2 kilowatios.
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